En 2023, todos en la oficina de Gildan en Australia se certificaron en primeros auxilios de salud mental, adquiriendo las herramientas necesarias para identificar y apoyar a quienes los rodean. 

En este Día Mundial de la Salud Mental, conversamos con David Hillen, Director de Ventas en Gildan y el impulsor de esta iniciativa, para conocer más sobre cómo surgió el proyecto y cómo logró involucrar al equipo directivo y a sus compañeros para aumentar la conciencia sobre este importante tema entre los empleados.

¿Qué lo motivó a obtener la certificación en primeros auxilios en salud mental?

Hace casi cinco años, me encontré con un compañero que no parecía estar pasando por un buen momento y, tras algunas conversaciones, me di cuenta que estaba enfrentando problemas de salud mental. 

En ese momento, hice todo lo posible para ayudarlo,– lo conecté con un profesional y me aseguré de darle seguimiento frecuentemente. Hoy, me complace decir que mi compañero está mucho mejor.

Esta experiencia me hizo darme cuenta de la importancia de normalizar las conversaciones sobre salud mental y tener las herramientas adecuadas para ayudar a aquellos que necesitan apoyo. Motivado por esto, tomé un curso impartido por la Fundación de Salud Mental de Australia (MHFA, por sus siglas en inglés). 

Cuando adquirió la certificación, ¿se imaginó que este paso podría escalar de la manera en que lo hizo?

¡Para nada! Fue solo después de obtener la certificación que me di cuenta del potencial de este curso para beneficiar a los que me rodean. Me di cuenta de lo útil que podría ser en el contexto del lugar de trabajo, donde la mayoría de las personas pasan la mayor parte de su tiempo. Nuestros equipos en la oficina australiana trabajan muy de cerca, por lo que me pareció natural alentar a mis colegas a certificarse, profundizar nuestra comprensión colectiva de la salud mental y crear un entorno de trabajo aún más abierto.

Para facilitar esto, me convertí en un instructor certificado de primeros auxilios de salud mental, lo que hizo que el curso fuera más accesible para todos.

¿Cómo consiguió involucrar a sus compañeros y, eventualmente, a toda la oficina para obtener la certificación?

Una vez que me convertí en instructor certificado, me acerqué al equipo de dirección de nuestra oficina para concoer su interés por el curso y fue recibida con mucho entusiasmo. Desde allí, promovimos la capacitación entre los empleados.

Empezamos a ofrecerla de forma opcional. Gradualmente, a medida que la gente se certificaba y empezaba a notar los efectos positivos de la capacitación tanto en su vida profesional como personal, más empleados se interesaron por participar. ¡Antes de que nos diéramos cuenta, toda la oficina estaba certificada!

¿Puede contarnos más sobre su experiencia con el curso?

Disfruté mucho del curso y me llevé conceptos aplicables que han sido valiosos para ayudar a las personas que me rodean. El curso abarcó cuatro temas generales de salud mental, explicando la teoría y proporcionando pasos concretos que se deben tomar al responder a ciertos problemas. Más específicamente, aprendí a reconocer los signos de advertencia de problemas de salud mental y cómo intervenir de manera oportuna y eficaz. 

Uno de los aprendizajes más importantes fue aprender a hablar sobre la salud mental. Esto ha sido de gran ayuda en mis esfuerzos por facilitar las conversaciones sobre este tema. 

¿Qué tipo de cambios observó en la oficina una vez que todos habían completado el curso?

Cuando decidimos inicialmente implementar el curso, teníamos dos objetivos principales: el primero era normalizar las conversaciones sobre salud mental en el lugar de trabajo, y el segundo era identificar a las personas que nos rodean que pudieran estar enfrentando problemas y proporcionarles información una intervención adecuada y a tiempo. La capacitación nos permitió alcanzar ambos objetivos. 
Ahora, más personas en la oficina hablan abiertamente sobre la salud mental, promoviendo un espacio seguro para todos. También he escuchado grandes historias de compañeros de trabajo sobre cómo la capacitación ha ido más allá del lugar de trabajo para beneficiar a las personas en sus vidas personales.

¿Qué consejo tiene usted para cualquiera en Gildan, o en cualquier otro lugar, que quiera iniciar un proyecto o abogar por una causa que les importa?

Solo se necesita una persona y un paso para marcar la diferencia. Lo que comenzó como un gesto hacia uno de mis compañeros se ha convertido ahora en una iniciativa para toda la oficina. En una organización global como Gildan, imagine el gran impacto que puede tener el primer paso.

A cualquier persona que esté apasionado por una causa, la animo a dar ese primer paso, liderar con el ejemplo y crear conciencia alrededor de la causa a través de la educación y el diálogo.